Cuando se está luchando día a día para salir adelante y dar
ejemplo a otras personas que están en tu misma situación, te encuentras con
personas que te dan sorpresas muy agradables, y que no sabes cómo darles las
gracias por su apoyo y colaboración.
Así, estando un día en una mesa informativa sobre la donación
de Médula Ósea y pidiendo con las huchas de la Asociación A.L.C.L.E.S., se me
acercó una joven y le pegunté si quería colaborar con la leucemia o enfermedades
de la sangre. Esta joven introdujo unas monedas en la hucha, le di las gracias y
me contestó: "gracias a vosotros por la labor que estáis haciendo, ya os
conozco desde hace tiempo".
Le pregunte entonces si alguien cercano a ella estaba afectado y me
contestó: "gracias a Dios no, pero soy donante de Médula Ósea". En ese
momento se me pasaron mil cosas por la cabeza, y reaccione muy rápido
diciéndole: "yo estoy afectado de leucemia, hoy no necesito trasplante, pero
a lo mejor algún día no muy lejano lo necesito, y si ocurriese esa circunstancia
y entre las posibilidades que hay de ser compatible, ese día no podría darte las
gracias por darme la vida, pero hoy si puedo, y te doy todas las gracias del
mundo. Porque gracias a personas como tú, muchas personas viven".
En ese momento no tenía que darle, pero toda la información que
teníamos en la mesa, folletos del voluntariado de la Asociación, revista, todo
lo que teníamos se lo ofrecí, "te lo mereces todo" le dije.
Esa joven se marchó y me dijo: "gracias por conocerte, me
marcho muy contenta porque ahora sé que merece la pena ser donante".
Ese mismo día me encontré con mucha gente, personas afectadas
con la enfermedad que te pedían información, personas que habían tenido a
familiares muy cercanos con la enfermedad y desgraciadamente nos habían dejado
hace poco y esto es muy duro asimilarlo para las personas que estamos pasando
por ello. Pero te das cuenta de que lo que estás haciendo en ese momento para
ayudar a otras personas merece la pena y te hace sentir más fuerte para seguir
adelante, y poder dar las gracias, por ejemplo, a esa joven donante que se cruzó
en mi camino.
Fdo. Ángel
Fernández Álvarez.
Paciente
Oncohematológico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario